*Reiji HIRAMATSU (né en 1941) Giverny, l’étang de Monet, couleurs d’hiver Giverny, el estanque de Monet, colores de invierno (2015)Nihonga, 179,9 x 170 cm (diptyque). Giverny, musée des impressionnismes, MDIG 2018.1.4 © Hiramatsu Reiji © Giverny, musée des impressionnismes / Crédit photographique : Takemi Art Photos
Un paseo a través del arte de Reiji Hiramatsu, artista japonés inspirado en la obra de Claude Monet: la exposición “Hiramatsu, el estanque de nenúfares. Homenaje a Monet”, Museo de Impresionismos de Giverny.* El arte como puente entre Oriente y Occidente.
Celebramos el equinoccio de otoño en el hemisferio sur, en el que habito, mientras reciben al de primavera en el hemisferio norte. Experimentamos la nostalgia de lo que se termina, la atmósfera de lo que no es más, el sentimiento de lo que queda y la emoción de lo que llega.[i]
¿Veríamos brillar las estrellas si no existiera la oscuridad? Reflexiono sobre conceptos que hemos aprendido como opuestos y distantes: otoño y primavera, día y noche, Oriente y Occidente, luz y sombra.

Giverny, el estanque de Monet, colores de otoño, 2015 Nihonga 179,9 x 170 x 2 cm (paravent à deux panneaux)
Signé et sceau de l’artiste en bas à gauche : 礼二 Giverny, musée des impressionismes Achat à l’artiste en 2018 Inv. : MDIG 2018.1.3 © Hiramatsu Reiji © Giverny, musée des impressionnismes – Crédit photographique : Takemi Art Photos

Giverny, el estanque de Monet, colores de primavera, 2015 Nihonga, 179,9 x 170 x 2 cm (paravent à deux panneaux)
Signé et sceau de l’artiste en bas à droite : 礼二 Giverny, musée des impressionnismes Achat à l’artiste en 2018 Inv. : MDIG 2018.1.1 © Hiramatsu Reiji © Giverny, musée des impressionnismes – Crédit photographique : Takemi Art Photos
Remontándonos en el tiempo, ya el maestro japonés Katsushika Hokusai (1760-1849) admiraba los grabados en láminas de cobre que se filtraban en Japón desde Europa como también las obras de paisajes alemanes y franceses, que abrieron para él un nuevo mundo y una visión que lo subyugó y nunca lo abandonó. Con su perspectiva diferente y el trabajo de sombras, intentó imitarlos y luego transformó las escenas en paisajes de su propia tierra, introduciendo la pintura de paisaje para el ukiyo-e[ii].
En su obra “Shower on the Sin-Yahagi Bridge”, «Lluvia sobre el puente Sin-Yahagi» perteneciente a “Views along the Banks of the Sumida River”, siguiendo los pasos de Utamaro desarrolla el estilo de paisaje con figuras. Las orillas del río en el fondo de la imagen son un contrapunto a las figuras en el frente, y la lluvia genera la acción de las personas contra el viento con sus paraguas a medio abrir. [iii]

De hecho Hokusai fue el artista japonés más admirado en Europa a fin del s. XIX, y su influencia ha sido la más decisiva en el gran movimiento del japonismo. Sus estampas están entre las primeras importadas de Japón. En un estilo original, realizó una síntesis entre la tradición oriental y las influencias occidentales (introducidas por los comerciantes holandeses) para componer paisajes desapercibidos, de una belleza impactante.
Como contrapartida, la calidad de las decoraciones japonesas fue fuente de inspiración para los artistas franceses en su movimiento a partir del realismo[iv] como también para otros artistas europeos.
Según describe Octavio Paz ¨En la historia de las pasiones de Occidente por las otras civilizaciones, hay dos momentos de fascinación ante el Japón, si olvidamos el “engouement” de los jesuitas en el siglo XVII y el de los filósofos en el XVIII: uno se inicia en Francia hacia fines del siglo pasado y, después de fecundar a varios pintores extraordinarios, culmina con el «imagism» de los poetas angloamericanos; otro comienza en los Estados Unidos unos años después de la segunda guerra mundial y aún no termina. El primer periodo fue ante todo estético; el encuentro entre la sensibilidad occidental y el arte japonés produjo varios obras notables, lo mismo en la esfera de la pintura – el ejemplo mayor es el impresionismo – y en la del lenguaje: Yeats, Pound, Claudel, Eluard. En el segundo período la tonalidad ha sido menos estética y más espiritual o moral; … La estética japonesa – mejor dicho: el abanico de visiones y estilos que nos ofrece esa tradición artística y poética – no ha cesado de intrigarnos y seducirnos …La diversidad y aún oposición entre el punto de vista contemporáneo y el del primer cuarto de siglo no impide que un puente una a estos dos momentos: ni antes ni ahora el Japón ha sido para nosotros una escuela de doctrinas, sistemas o filosofías sino una sensibilidad. Lo contrario de la India: no nos ha enseñado a pensar sino a sentir¨.[v]
La interculturalidad es un fenómeno que nos permite descubrir cómo estilos, culturas, tradiciones artísticas diversas pueden convivir e inspirarse unas en otras y de su interrelación ver surgir obras de una belleza y contenido extraordinarios.
Claude Monet, padre del Impresionismo, sintió fascinación por la cultura y el arte japonés y se inspiró en artistas como Hokusai, Hiroshige y Utamaro. Es conocida su importante colección de estampas de la época de Edo[vi]. El japonismo está impregnado no sólo en la pintura de Claude Monet sino también en su jardín. Monet se instaló en 1883 en la zona de Normandía, en una casa en Giverny donde vivió los últimos cuarenta años de su vida hasta su fallecimiento en 1926. Allí transformó el predio Clos Normand en un jardín de flores que diseñó teniendo en cuenta las luces y colores de fríos a cálidos, desde la salida hasta la puesta de sol. Luego adquirió un terreno contiguo a la propiedad donde construyó su jardín de agua con un puente japonés. Su última obra, las Grandes Decoraciones, que pintó durante la Primera guerra mundial como una forma de escapar al sufrimiento ante la muerte y destrucción, representa la superficie de su estanque, la vegetación que se desarrollaba allí y los reflejos del cielo.
Su interés, así como el de los artistas impresionistas por el arte japonés y especialmente por la estampa se explica en parte por la forma completamente distinta de representar el mundo que tuvieron los artistas japoneses. Utilizaban tonos puros, colores claros sin matices, trabajaban con ausencia de modelado y de sombra, con asimetría y encuadre descentrado, dando una visión fragmentada de los elementos representados. También utilizaban vistas angulares o cenitales, reflejaban los temas cotidianos, familiares, realizando series sobre un mismo tema.
Monet también incursionó en las series, como Hiroshige con sus Treinta y seis vistas del Monte Fuji, sobre el tema de su estanque de nenúfares. Había descubierto los nenúfares en la exposición universal de 1889 en Paris, donde el vivero Latour – Marliac los presentara. Se encuentran numerosas referencias poéticas y artísticas a estas flores. Su nombre es Nymphe o Nymphéa, y en Japón a través de la obra de Hokusai se difundió a las artes decorativas.
En 1918 para celebrar el armisticio luego de la Gran guerra, Monet le propuso a su amigo Clémenceau ofrecer al Estado francés dos paneles de sus nenúfares, y realizó un verdadero conjunto decorativo de 100 mts. de largo por 2 mts. de alto a los 78 años. Estas “Grandes decoraciones”, hoy expuestas en el Museo de L´ Orangerie en Paris, impactan a Reiji Hiramatsu, artista japonés que queda fascinado frente a la obra durante un viaje a Francia en 1994. A partir de entonces comenzó a recorrer la zona de Normandía y Giverny donde había vivido Claude Monet para intentar comprender su percepción del mundo y de la naturaleza, y luego reflejarla con su propio estilo a través de la técnica tradicional del nihonga[vii].
Finalmente realiza la muestra homenaje a Monet, en ocasión de la segunda edición del Festival Normandía Impresionista, consagrada al tema del agua, que el Museo de Impresionismos de Giverny presentó en 2013 titulada “Hiramatsu, el estanque de nenúfares. Homenaje a Monet”[viii].
Esta exposición reúne unas veinte obras pintadas con la técnica tradicional de nihonga uniendo tradición y modernidad, Oriente y Occidente. “Si tomé prestado el motivo del estanque de C. Monet, los nenúfares, los cerezos, las libélulas, el espacio y el universo de la obra misma, son a la vez el Oriente y el Occidente: se trata de un inmenso espacio que va más allá del universo y que fue un intento propio de sublimación”. [ix]
Algunas de las obras exhibidas:

Nihonga 65,2 x 90,9 cm , Signé et sceau de l’artiste en bas à gauche : 礼二Giverny, musée des impressionnismes Achat à l’artiste en 2013 Inv. : MDIG 2013.1.18 © Hiramatsu Reiji © Giverny, musée des impressionnismes – Crédit photographique : Takemi Art Photos
“Paisaje con flores”: Reiji Hiramatsu, madera, adhesivo de origen animal, pigmentos naturales, filamentos de oro, sobre papel. En este “Paisaje con flores”, Reiji Hiramatsu conjuga realismo y espiritualidad. Cada conjunto evoca una estación comenzando por la primavera para finalizar con el invierno y desarrollando un tema central en el arte japonés como es el paso de las estaciones y su evanescencia, lo cual se acerca a la poesía. Partiendo de la observación de la naturaleza, Reiji expresa la permanencia y el estado de eterno recomenzar, al tiempo que el carácter frágil y efímero, reuniendo muchas estaciones en una sola composición.
La presencia de las flores del cerezo simboliza la belleza de las cosas simples y efímeras. Nos recuerda el aspecto ineludible del fin de todas las cosas, pero también de su renovación. Una nota que llama la atención son los filamentos dorados, y la geometrización de olas hechas de arcos formados por círculos concéntricos repetidos. La simplificación de formas, perceptible también en las estampas, recuerda los ideogramas o kanji tomados prestados de la escritura china.
Reiji buscó el diálogo entre impresionismo y arte japonés que había explorado Monet hacía más de 100 años. Las “Grandes decoraciones” del museo de L´Orangerie, le recordaron a Reiji HIramatsu los biombos japoneses. Estos se utilizaban como pantallas de protección contra el viento («paravents») y fueron un soporte privilegiado para la pintura japonesa, ya que servían para crear espacios más pequeños e íntimos dentro de las habitaciones y brindaban una función decorativa.
Y trasladó el estanque de Monet con sus nenúfares y sus ramas de sauces sobre este biombo. La inclusión de la rana es también la representación del artista frente a la inmensidad de la obra de Monet:

© Hiramatsu Reiji © Giverny, musée des impressionnismes – Crédit photographique : Takemi Art Photos
Parecería haber una corriente constante entre los artistas occidentales, sobre todo impresionistas y el arte japonés, de admiración mutua. Ello confirma que en el ámbito del arte las posibilidades son infinitas, los hemisferios pueden fundirse, y el tiempo se trasciende.
Lo poético no reconoce nacionalidades ni fronteras, simplemente nos reúne (del latín “reunire”, acción de volver a ser uno, acción y efecto de unirse otra vez) para recordar la emoción o impresión que nos dejó un lugar, una persona, un momento en el tiempo. Recordar, del latín “recordari” re (de nuevo) y cordis (corazón) volver a pasar por el corazón.

Crédit photographique : Takemi Art Photos

Crédit photographique : Takemi Art Photos
Y así como en la literatura, según lo expresa Umberto Eco en su ensayo «Lector in fabula», el papel del lector es fundamental en la estrategia textual, realizando una acción cooperativa a través de la intertextualidad, en el arte en general existe una acción complementaria y fundamental por parte de quien aprecia la obra, que la resignifica cada vez.
La interculturalidad se impone como un fenómeno presente en este fluir entre lugares, personas, tiempos y estilos. El arte devuelve esas emociones que nos atraviesan en nuestra humanidad, sin fronteras, y partiendo de un espacio en blanco –base de la creación artística- las vuelca al infinito para que se reescriban.

Signé et sceau de l’artiste en bas à droite : 礼二
Giverny, musée des impressionnismes Achat à l’artiste en 2013 Inv. : MDIG 2013.1.13
© Hiramatsu Reiji © Giverny, musée des impressionnismes – Crédit photographique : Takemi Art Photos
“… Hay poesía sin poemas; paisajes, personas y hechos suelen ser poéticos: son poesía sin ser poemas. Pues bien, cuando la poesía se da como una condensación del azar o es una cristalización de poderes y circunstancias ajenos a la voluntad creadora del poeta, nos enfrentamos a lo poético.“ Octavio Paz, El arco y la lira, Poesía y poema
[i] Como lo describe Ryoko Sekiguchi en ¨Nagori, La nostalgie de la saison qui vient de nous quitter” – “Nagori, la nostalgia de la estación que acaba de irse”, edit. POL, 2018.
[ii] Ukiyo-e: imágenes del mundo flotante, el carácter uki está impregnado de connotaciones búdicas, hace originalmente alusión al mundo terrenal de las apariencias y del dolor. Sobreentiende la laxitud engendrada por la vida terrenal y efímera. En la época de Edo, conserva el sentido de ilusorio, superficial, pero termina por nombrar una manera de ser hedonista, que hace del placer el principio de la vida. Los artistas tomaban sus temas de las actividades ligadas a la diversión, inspirándose a menudo en lo lúdico, pero también de temas tradicionales. Las estampas ukiyo-e se caracterizan por ser lineares, con trazos arabescos, que captan el movimiento de una manera sorprendente, usando colores iridiscentes, composiciones asimétricas, descentradas, fragmentadas, vistas cenitales, ángulos insólitos de visión. Estos elementos fueron inspiradores de Claude Monet, Edgar Degas y de numerosos artistas de fin del siglo XIX.
[iii] Plates 11 / 12 Shower on the Shin-Yanagi Bridge, woodblock illustration, collection of Mr. Shozaburo Watanabe en Hokusai, Kodanska Library of Japanese Art N1, English text by Elise Grilli, based upon the Japanese text of Ichitaro Kondo, Charles E. Tuttle Company, Tokyo, Japan, 1955.
[iv] Hokusai, Kodanska Library of Japanese Art N1, English text by Elise Grilli, based upon the Japanese text of Ichitaro Kondo, Charles E. Tuttle Company, Tokyo, Japan, 1955.
[v] Según lo menciona Octavio Paz en ¨La tradición del haikú¨, Cambridge, 1970.
[vi] Edo: era en 1868 el nombre de la actual Tokyo. Edo no era sino una ciudad cuando el lugar fue elegido como capital por el shogun Tokugawa Ieyasu. El largo período de estabilidad política correspondiente al shogunat de los Tokugawa (1600-1868) es también conocido como la época del Edo. Fue para Japón una era de cierre a influencias extranjeras, de paz y prosperidad económica, como también el tiempo de la emergencia de una cultura urbana vibrante y original. La nueva capital se convirtió en una de las ciudades más pobladas del mundo. Los señores que tenían la obligación de permanecer en Edo un año sobre dos, constituían una clientela afortunada para los artesanos y comerciantes. Estos últimos si bien eran una clase menospreciada para la ideología de la época, se enriquecieron considerablemente. Para esta población urbana en plena efervescencia y ávida de diversión se desarrollaron nuevas formas de arte, el teatro kabuki y un arte de la estampa dedicado al Ukiyo-e.
[vii] Nihonga significa pintura (ga) japonesa (nihon). El termino fue creado en la era Miji (1868-1912). En esta época en que Japón se abría a la influencia occidental, el Estado decidió convocar a tres artistas italianos para que enseñaran en la nueva Escuela de Bellas Artes del Ministerio de trabajos públicos, las técnicas poco conocidas en Japón de la pintura al óleo y del pastel, como la perspectiva y la escultura. Numerosos artistas japoneses fueron formados por estos maestros italianos y muchos partieron luego a estudiar en Europa, especialmente en Francia. Gracias a la influencia de la pintura occidental y por temor de ver desaparecer la identidad artística de Japón, los jóvenes funcionarios japoneses decidieron promover el arte tradicional por medio de exposiciones y publicaciones y enseñándolo en la Escuela de Bellas Artes de Tokyo. Esta pintura de estilo tradicional pero contemporáneo y moderno, fue bautizada como nihonga, por oposición a la pintura de estilo occidental que llamaban yôga. EL nihonga es una pintura realizada con pincel, sobre papel o seda, con tinta y pigmentos de origen natural.
[viii] Video (en idioma francés): https://youtu.be/g6Q2q1ilVoQ
[ix] Reiji Hiramatsu en p. 5 dossier pedagogique Hiramatsu,le bassin aux nymphéas Hommage à Monet 13 juillet—31 octobre 2013 MDIG.
*La información sobre la exposición y las obras de R. Hiramatsu tiene como base el contenido publicado por el Museo de Impresionismos de Giverny en https://www.mdig.fr/expositions-et-activites/expositions/hiramatsu-le-bassin-aux-nympheas-hommage-a-monet/